Federica tiene 60 años y acude a Urgencias porque se encuentra muy dolorida de su cadera izquierda. Ya lleva bastante tiempo con este dolor, y ella piensa: “quizá debería haber acudido mucho antes al médico, pero total, también era un dolor, al principio, muy leve, y una no va a estar viniendo al médico por cada dolor que tenga”. Federica, además, es una persona con muchos recursos, su abuela era practicante, y siempre recurre a la mantita de calor y al aceite de romero, que, según su abuela, “es mano de santo”, y para Federica, esa opinión es sagrada.
El médico que la ve, tras hacerle una radiografía, le comenta que se trata de una artrosis de evolución que se encuentra en una etapa artrítica, por eso le duele hasta la ingle, pero que no se trata de una urgencia hospitalaria y que por qué se ha acercado a Atención Especializada y no a su Médico de atención Primaria. Que lo suyo hubiera sido que ella hubiera sido remitida desde su Centro de Salud a su Centro Hospitalario de referencia o a su Centro de Especialidades, para que un especialista, dígase, un reumatólogo, le hubiera hecho una valoración. “No entiendo cómo, Federica, llevando tanto tiempo con ese dolor, aunque sé que ahora es más fuerte, no se lo ha comentado a su médico de Atención Primaria”.
Entonces, Federica le comenta al médico de urgencias: “He estado los últimos meses encargada de mi marido con Alzheimer que ha fallecido hace 10 días. Imagínese lo que he estado viviendo, sin apenas tiempo, sin dormir, preocupándome día y noche de una persona a la que había que hacérselo todo, cargándolo para moverlo, de la cama a la silla, de la silla a la cama..”. “Además, el Centro de Salud, aunque me queda cerca, está a una distancia que no podía recorrer y, cuando lo hacía, tenía que ir muy temprano para pedir el número. Usted no sabe la que se lía allí todas las mañanas, hasta se dan voces la gente, se pelean por el sitio en la cola, una locura. Otra cosa, y en confianza, también le voy a decir, no es que no le haya consultado este problema a mi doctora, es que, mire usted, en gran medida, sí que se lo he comentado, pero ella siempre alude a temas de la edad, que si las consecuencias de la menopausia y no sé qué más cosas, pero vamos, que yo lo entiendo, que no soy una chiquilla, pero el problema es el tratamiento, que lo único que me manda es antiinflamatorios, analgésicos y reposo…como usted comprenderá, de reposo nada con el jaelo que tengo yo en mi casa, bueno, ahora desgraciadamente, desde que mi Pepe se murió, ya todo ha cambiado… y, por otro lado, ¡si es que a todos nos mandan lo mismo! Si no recuerdo mal, una vez me mandó al traumatólogo – prosiguió- éste al rehabilitador y terminé en el fisioterapeuta, un chico fantástico que me alivió mucho durante las sesiones y, bueno, luego he estado algunos meses mejor. Pero, si le digo la verdad, aquello también era una locura, yo iba en horario de mañana, allí había más gente que en la guerra, las criaturicas, en fin, hacían lo que podían con nosotros, que si uno se colocaba en un rincón haciendo algo para la espalda, otro en una escalerita para subir con los dedos, otro movía una rueda, a otra le daba un masaje, en fin, qué se yo, una barbaridad. La verdad es que me gustaban las charlas que me daban todas las semanas, aunque, sinceramente, me hubiera gustado también que me hicieran más masajes. Me enseñaron muchos ejercicios y, en fin, también tengo que reconocer que tenía que haber seguido haciéndolos, pero ya se sabe,… además, cuesta trabajo adaptar las cosas que te dicen a la vida normal, a la de todos los días... y es que no he tenido tiempo… y de la mitad de los ejercicios ya ni me acuerdo…. Yo creo que si usted me hiciera una resonancia o un TAC….no sé”. Igual usted conoce a algún médico de pago que me pueda ver pronto.
Entonces, el médico, le comenta: “bueno Federica, yo le voy a poner un tratamiento específico para aliviar el dolor, pero debe ir de nuevo a su médico de Atención Primaria, no obstante, le voy a hacer un análisis de sangre, que ya sabe usted que es “protocolo” aquí en urgencias y, bueno, por la edad que tiene, quiero verificar algunos datos y, también valorar su tratamiento en función del tensión arterial, que veo que la tiene alta. En cualquier caso, es su médico de atención primaria el que debe controlar todos los aspectos de su historia clínica, indíquele que le fue bien la Fisioterapia, igual la vuelve a remitir con ellos. Y Federica, comenta: “hay un chiquillo fisioterapeuta en la plaza de mi pueblo que dicen que es muy bueno, ¿voy a su consulta?, es que, de aquí a que me vean pueden pasar meses”. Y el médico, le responde: “bueno, usted verá, yo no le digo eso, pero vamos, que lo que usted vea bien, yo le digo que vaya a su médico de Atención Primaria antes. Ea, coja su número y ahora la llamamos para el análisis de sangre”.
En este relato observamos la situación de una mujer que acude a urgencias debido al malestar que siente en su rodilla artrósica. Tras comentarle todo su historial médico, y demás recomendaciones que le hicieron a esta mujer, el médico le recomienda que acuda a su médico de cabecera, pero ya que estaba allí le harían un par de pruebas para descartar otras patologías.
Es un claro ejemplo de situaciones habituales, y no menos correcta, que tenemos los ciudadanos a la hora de acudir al médico, de lo exigente que somos ya que queremos pruebas fehacientes sobre la patología que tenemos (de ahí a que la mujer pida una TAC siendo innecesaria), y , sobretodo, de lo que no debemos de hacer para que la sanidad, o al menos, la Atención Primaria sea efectiva a la hora de cribar los casos que necesitan de Atención Especializada y de los que no lo son.
Para ello, hemos llegado a una serie de conclusiones y de datos interesantes que procedo a exponer a continuación:
ASPECTOS:
- POSITIVOS:
ü Evaluación positiva del fisioterapeuta por parte de la mujer
ü El médico le aconseja que debe acudir primero a su médico de atención primaria
ü La mujer se queja del largo proceso que debe hacer para acudir a que le traten la rodilla (médico de AP, traumatólogo, rehabilitador y fisioterapeuta)
ü Recomendación del fisioterapeuta que le mandó ejercicios a hacer en casa
ü Charlas todas las semanas como prevención
- NEGATIVOS:
ü La mujer acude al especialista antes de pasar por su médico de atención primaria
ü Le han hecho pruebas innecesarias como una radiografía, un Tac o una analítica
ü El centro de salud está lejos para que la mujer pueda acudir al centro de salud
ü La mujer no acude al centro de salud por la masificación y el tiempo de espera para que la atiendan
ü La mujer ya acudió al fisioterapeuta y le mandaron ejercicios para hacer en casa que ya ni se acuerda ni los ha hecho
ü La mujer piensa que es mejor acudir a un médico o fisioterapeuta de pago para que la atiendan antes porque en la sanidad pública pasaría mucho tiempo hasta que la llamasen
ü La mujer se queja de que no le dieron tantos masajes cuando ella a lo mejor no los necesitaba
ü La mujer se queja de que siempre le mandan el mismo tratamiento cuando acude a su médico de atención primaria
ü El médico actúa por protocolo siendo, a lo mejor, innecesaria la analítica (depende del punto de vista es positivo y negativo)
ü La carga del marido a tener que tratarlo a él sin que nadie le ayudara
ü Falta de autonomía del fisioterapeuta que depende del rehabilitador para dar el alta a un paciente
- INTERESANTES:
ü La artrosis supone un gasto de unos 4. 738 millones de euros, de los cuales, el 46 por ciento corresponde a gastos asistenciales, el 22 por ciento a bajas laborales, el 13 por ciento a ingresos hospitalarios, el 7 por ciento a pruebas diagnósticas y el 5 por ciento a fármacos".
ü Corresponde a un 0’5% del PIB
ü Afecta a 3 hombres de cada 5
ü 9’6 % de hombres y 18% de mujeres mayores de 60 años la padecen
ü Sin gasto de medicamento, el gasto de una persona con artrosis moderada es el doble al de una persona de la misma edad sin artrosis, y 3’5 veces mayor si tiene artrosis severa
ü Supone el 30’8% de las bajas laborales permanentes y temporales de España
CONCLUSIÓN:
En resumen, ya sabemos que a la hora de cualquier patología que suframos, debemos acudir al médico de cabecera o de Atención Primaria, para que él nos derive a donde vea conveniente, que debemos ser más responsables con nuestra salud y participar en el tratamiento y realizando los ejercicios que recomiende el profesional sanitario correspondiente, y que sobre todo, debemos creer un poco más en la sanidad española, ya que está planteada de manera correcta, solo que, en ocasiones, no nos damos cuenta de ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario